Existen diferentes situaciones patogénicas en los enfermos diabéticos.
Neuropatía:
Alteración de la sensibilidad dolorosa y de temperatura, y posteriormente la sensibilidad vibratoria y sensorial superficial. La atrofia progresiva de la musculatura intrínseca del pie, favorece la aparición de los dedos martillo, en garra, la prominencia de la cabeza de los metatarsianos y el desplazamiento anterior de la almohadilla grasa plantar, ya atrofiada.
Disminución de la sudoración local:
Constituyéndose una piel seca, donde con facilidad se producen fisuras que pueden ser el inicio de ulceras e infecciones.
Macroangiopatia:
Es la isquemia que afecta las arterias de mediano y gran calibre.
Microangiopatia:
Afecta los capilares, arteriolas y venulas de todo el organismo.
La conjunción de todos estos factores y en los estados mas avanzados determina la Neuroartropatia de Charcot.
Infección:
Es determinante en el desarrollo de la ulcera, la hiperglucemia, altera los mecanismos inmunitarios. Suele estar sobreinfectado por microorganismos, pueden llegar a invadir los tejidos profundos progresando hasta las estructuras óseas.
Inicialmente predisponen y finalmente determinan la aparición y evolución de las diferentes alteraciones en sus pies, sobre los que actúa factores externos ambientales: modo de vida, higiene personal, calzado inadecuado que no tan solo propician la aparición de callosidades y ulceras, sino que contribuye a su desarrollo y perpetuación. Otras causas menos frecuentes son la realización de una atención podológica incorrecta, las lesiones térmicas y los traumatismo punzantes producidos por una cuerpo extraño. Las deformaciones de los pies es la causa directa de las lesiones.
Objetivos: Educar, prevenir, asistir, rehabilitar, orientar al paciente diabético, en las afecciones de miembros inferiores de gran frecuencia, ocasionando amputaciones e incremento de la morbimortalidad.
Se puede y se debe prevenir el pie diabético.